martes, 22 de julio de 2014

Mi princesita

Con plata de luna,
con la sal y la espuma
de una ola en la arena,
con la mar cancionera
quiero hacerte una cuna
pa' dormirte a mi vera.

Con polvo de hadas,
con aire de la mañana
y aroma de primavera,
de soles y estrellas
voy a escribirte una nana
pa' arrullarte con ella.

Y velaré,
por tu sueño velaré
contemplando tu sonrisa.
Y seré
si hace frío, el calor,
si hace calor, la brisa.

Con juncos marineros,
con caracolas y luceros
de la noche serena,
del tallo de una azucena
yo te haré un sonajero
pa' que rías mientras suena.

Aleteo de mariposa,
piel de jazmín y de rosa,
mi pequeña sirena,
cálida luz de vela
que me ilumina la sombra,
mi golondrina que vuela.

Y velaré,
por tu sueño velaré
contemplando tu sonrisa.
Y seré
si hace frío, el calor,
si hace calor, la brisa.

Yo guiaré,
tu camino guiaré,
te llevaré de la manita.
Tú serás
alegría al despertar,
mi niña bonita,
el alba en la oscuridad,
mi brújula al navegar,
serás siempre mi princesita.



Alcaucín / Vélez - Málaga, 21 y 22 de Julio de 2014

martes, 8 de julio de 2014

El último amanecer

    Piérdete una última vez conmigo, por callejones a la luz tenue de una farola mientras maúlla el gato vagabundo a la luna traicionera, mientras la noche todavía es cómplice y aliada, confidente muda de secretos que se diluyeron en el hielo de un cubata, que se esfumaron como humo de tabaco y aroma de vainilla y de coco, palomas que alzaron vuelo al amanecer, hace demasiado tiempo.
     He dejado de mendigar migajas a las puertas del cielo, de pedir limosnas a quien no me debe nada. Han colgado ya el cartel con el que se reserva el derecho de admisión, se ha hecho tarde y San Pedro ha echado el cerrojo. Y yo, torpe iluso despistado, aun me pregunto a qué hora amanece.
     Me lloran gotas de lluvia triste las canales que cuelgan del tejado de tu ausencia, recuerdos de otoños que pasan, nostalgias de primaveras que no llegan. Pero tranquila, princesa, que yo ya he tirado la toalla y he descubierto que se está cómodo aquí, tirado en la lona, como la vencida hoja seca. No me apetece ponerme en pie de nuevo para recibir más golpes en la cara, ni luchar, ni llorar, ni sangrar... no me apetece volver a tenerte cerca.
     Seré jinete que huya hacia el horizonte, sin volver atrás la vista, sin vacilar ni un instante. Dejaré que se extiendan desiertos y llanuras entre nosotros, dejaré que el paso del tiempo borre de una vez mis huellas y cabalgaré solo, cabalgaré libre, sabiendo que tú ya no me esperas.
     Quisiera recorrer caminos nuevos, explorar otros senderos, otras veredas. O, simplemente, aprender a apreciar la belleza de los paisajes que nos rodean. Te deseé tanto que te convertí en mi musa, mi diosa, fuente de inspiración para mi confusa poesía, para mi prosa profana. Ahora ya, sin embargo, roto se queda el misterio, se apagó el embrujo, se nos fue la magia.
     No voy a volver más a salirte al encuentro. No me esperes, que no apareceré en la madrugada, aunque te guardaré, por si llega un día en que lo quieras, alguno de mis besos, el "te quiero" que nunca te dije y unas cuantas lágrimas de mi almohada. Que si me voy no es porque ya no me importes, si me marcho no es porque ya no te quiera, que cada vez que duerma te seguiré soñando, pero ya es hora de poder ser feliz, cada uno a su manera.

Vélez - Málaga, 8 de Julio de 2014