lunes, 20 de abril de 2015

Tempus fugit

Háblame de ti.
O de mí. 
Del vaivén taciturno de las noches caprichosas.
De los días caídos como hojas secas en el otoño.

Háblame de la brisa que jugaba en tu pelo cada tarde,
del aleteo de tus pestañas cual mariposas efímeras
y de la sonrisa tonta que me dibujabas
en mi rostro de payaso melancólico.

Háblame de la aurora al viento de levante,
de robarle estrellas a la madrugada para ponerle luz a tu alcoba,
háblame de playas, de mares y arenas,
de guitarras silenciosas,
de melodías que ya no nos suenan.

Háblame como si fuese la última vez que fueras a hacerlo. 
Háblame.
Y te estaré escuchando. 
Con la nostalgia y el cariño con que se oyen los discos viejos. 
Con la certeza de saber
que el momento se nos está escapando.

Y si vienes a verme,
que sepas que aquí te espero.
Si vienes a buscarme,
ya sabes que no te he olvidado,
que si me sueñas, te sueño,
que si te sueño, te amo,
que si te amo es porque te quiero
y si te quiero, será por algo.

Y si no nos soñamos, bueno...
...igual alguno de los dos está equivocado...

Quiero desnudar de dudas la espera,
que a tu vera tu luna sea mi cuna,
que seas compañera, mi diosa de la fortuna,
mi anhelo, mi senda y mi duermevela.

Siempre fui el niño pobre
encaprichado del juguete caro,
siempre quise perseguir quimeras,
danzar bajo la lluvia,
mojarme en los charcos
y llenar de primaveras
otoños que se van pasando.

Tu siempre fuiste el terremoto,
el huracán que revolvía mis esquemas.
Ahora camino a oscuras,
ahora no oigo tu voz,
ya no sigo tu estela.

Ahora me gustaría volver a hablarte.
Hablarte y que me hablaras.
Que me hablaras de ti.
O de mí. 
O de lo que te dé la gana. 

Háblame del transitar lento de las estaciones,
de la hégira constante de los años. 
Háblame del desperdicio del instante,
háblame de cómo hemos cambiado,
de la soledad de los amaneceres,
de dónde estamos, de a dónde vamos. 
Háblame del tiempo fugaz
que se nos escurre de entre las manos.



Alcaucín / Vélez-Málaga, 19 y 20 de Abril de 2015