Nunca he confiado demasiado en las forzadas secuelas,
las segundas partes dicen que jamás fueron buenas.
Sin embargo, tú eres la excepción que confirma la regla,
contigo me tragaría las que fuera.
Estamos cometiendo los mismos errores de aquella vez primera,
solo que ahora somos más viejos y esta ya es la tercera.
Supongo que es mi mala suerte, supongo que no hay manera,
no es justo que siempre llegue tarde a la carrera.
La conciencia me corroe,
los sentidos se me embotan,
alcohol amargo para olvidarte
que no camufla el sabor de la derrota.
Que no te engañe mi sonrisa
si mi lengua se equivoca,
he vuelto para encontrarte
y saber a qué sabe tu boca.
Nos hemos convertido en extraños
con demasiados recuerdos comunes,
somos lobos devorados por rebaños,
corazones solitarios entre las multitudes.
Tal vez lo mejor sería
dejarnos llevar por la decadencia,
apartar a un lado tanta tontería,
drogarnos hasta perder la consciencia,
caladas de sueños prohibidos,
oníricas humaredas, nociva efervescencia,
brebajes psicotrópicos que anulen
nuestras mentes podridas de convencionalismos,
quiero huir del civismo,
correr desnudos sobre la hierba,
follar como si no hubiera mañana,
ser el huracán entre tus piernas,
amarte como si no te conociera,
hacerte mía sin que nada lo impidiera.
Vélez - Málaga, 17 de Febrero de 2014