Tú,
que aceleras mi pulso
cuando cabalgas desbocada por mis venas.
Tú,
que me haces viajar a lugares remotos
y perderme en el vacío profundo y misterioso.
Tú,
que me obligas día a día a chutarme
recuerdos efímeros y vagas nostalgias.
Tú,
que eres veneno alucinógeno
sin el que sería incapaz de mantenerme firme.
Tú,
que me haces enloquecer cuando te tengo
y más loco me vuelves si escaseas.
Tú,
que eres una droga dura.
Tú,
que me haces mendigar limosnas.
Tú,
que ya no sé vivir sin ti.
Te necesito a cada instante,
como la noche necesita del alba,
como la nieve a la montaña,
como la roca a la mar.
Desespero por un pico,
por un gramo aunque pueda matarme,
por respirar el aire de tu aire,
por un instante junto a ti nada más.
Quiero inyectarte en mi sangre,
sentirte navegando en mi cuerpo,
alcanzar el éxtasis eterno,
que me hagas contigo volar.
Tengo mono de ti,
como lo he tenido siempre,
quiero otra dosis, quiero verte
y por más que te busco no te puedo encontrar.
Tú eres la única que me serena,
la que me apaga y me enciende,
la que me oscurece y me ilumina,
la que me acelera y me frena,
tú, la que me entiende,
tú, mi heroína.
Vélez - Málaga, 1 de Febrero de 2014