De mis manos dejé caer la espada
mientras clavaba las rodillas en la tierra.
Bañábase el páramo de luz plateada
pariendo sombras fugitivas y siluetas siniestras.
Gélido frío fue el que recorrió mi espalda,
el viento arrastraba una voz lastimera,
llanto lúgubre que me anunciaba
con certeza que mi hora estaba cerca.
Sin quererlo derramé mis lágrimas saladas
al tiempo que apretaba mis heridas con fuerza
queriendo contener la sangre que se me escapaba
y oyendo a lo lejos el canto de la lavandera.
Los cuervos alzaron el vuelo,
exhalé un último suspiro helado,
empezó a llover en señal de duelo
por el guerrero caído, por el héroe derrotado.
Sentí como me abandonaba la vida,
dejé de respirar, se me secaron las venas
y aquí, olvidado, yazco ahora inerte,
furiosa clama la banshee de pena.
La banshee - o lavandera - es un ser procedente del folklore celta
a medio camino entre un hada y un alma en pena
Cuenta la leyenda, que oír su lamento durante la noche es augurio de la muerte próxima de
un ser querido o incluso de la propia.
a medio camino entre un hada y un alma en pena
Cuenta la leyenda, que oír su lamento durante la noche es augurio de la muerte próxima de
un ser querido o incluso de la propia.
Alcaucín, 1 de Abril de 2014