Te quiero.
Como el mar quiere a la roca,
como el viento quiere a las hojas,
te quiero, eterna y silenciosa,
te quiero, efímera y fugaz.
Te quiero.
Como la luz quiere a la sombra,
como la guitarra a la nota,
te quiero, onírica y luminosa,
te quiero en silencio y en soledad.
Te quiero sin concesiones,
te quiero sin ataduras,
te quiero, inalcanzable y difusa,
te quiero, esquiva y confusa,
a tientas en la oscuridad.
Te quiero sin contemplaciones,
te quiero sin miramientos,
como te quise siempre,
disfrazando las palabras,
buscando mi oportunidad.
Te quiero sin que me quieras,
te quiero así, a mi manera,
sin aguardar nada a cambio,
sin esperar que me entiendas,
te quiero sin tiempo ni lugar.
Te quiero aunque no vengas,
aunque llegues y te marches,
aunque te vayas y desaparezcas
sin despedirte siquiera,
sin volver la vista atrás.
Te quiero,
pero ya no te escribo.
Te quiero,
pero nos estamos separando.
Te quiero
y no te logro olvidar.
Te quiero,
pero ya no eres la misma.
Te quiero,
pero has cambiado.
Te quiero
y no lo puedo evitar.
Te quiero,
pero ya no te busco.
Te quiero,
pero ya no te llamo.
Te quiero,
tú ya sabes donde me puedes encontrar.
Benamargosa, 1 de Enero de 2014